domingo, 2 de junio de 2013

Sigo aquí.

Retomando lo que significa para mi escribir, quiero simplemente disculparme
por haber dejado de hacerlo, tiene semanas largas que había querido sentarme a escribir,
plasmarme, interpretar lo que vivo, digerir lo que siento y muy a mi manera solo puedo hacerlo
escribiendo, es la forma en como me expreso de forma natural, quizá nadie llegue a leer jamas
estas lineas, probablemente se queden en el olvido, pero en este momento son el respiro
que encuentro para liberar lo que siento. Deje sumar días incontables sin querer escribir
nada, solo guardar lo que vivía en el archivo de mis recuerdos, en ese baúl donde se alojan
mis mas profundas vivencias, buenas y malas, amargas y dulces con tintes intermedios y 
lienzos decolorados y muy vivos.
No, no había estado deprimida, tampoco me puedo excusar en la falta de tiempo o el
agobiante trabajo, ni siquiera la cotidianidad...simplemente mi momento no llegaba, la
inspiración tampoco, las ganas me abandonaron. Me coloque en un lugar de mi vida 
en el que nunca había estado, me deje de sentar en la banca de espera, me rehusé esta
vez a seguir siendo parte de los espectadores que observan lo que ocurre conmigo.
No, esta vez decidí actuar. Tomar las riendas de mi vida, ser protagonista, tomar decisiones
personales donde yo era la única que decidía, sin tener que agradarle a nadie, sin esperar
aprobaciones ajenas, esta vez yo elegí lo que quería para mí. Y puedo decir por supuesto que 
valió la pena, porque lo que eh vivido estos meses no lo cambiaría por nada, no me arrepiento, 
no quisiera decir que me siento derrotada ni triunfadora, simplemente estoy viviendo mi vida con 
todo lo que conlleva, jugandomela arriesgando, aprendiendo, cayendo pero también esforzándome, amando y me siento plena con ello ya que mucho tiempo pense que nunca lo
lograría, que debía hacerme a la idea de someterme a cambiar mi naturaleza, mi esencia solo por
sentirme aceptada por alguien.
No por ello me arrepiento de haber amado y entrega dome a lo que representa lo contrario a mi,
nunca. jamas, pero no es para mí.
Hoy en día sigo creyendo que es aquí donde pertenezco, crearme falsas realidades donde me
obligo a convencerme de lo que no soy no me hace feliz. Amo lo que soy, amo quien soy y aunque
la persona que amo no se encuentre a mi lado puedo darle las gracias desde aquí mediante mis letras
por quitarme las manos de los ojos, yo misma me estaba tapando de mi realidad, imaginándome otra,
una realidad a la que nunca pertenecí. Gracias N.
Gracias porque tu me permitiste volver a confiar en mi, en el amor que proviene del alma, un amor
profundo, sin complicaciones y muy bello.
Sigo y seguiré creyendo que es aquí a donde pertenezco.
Te amo.

Rubí Velázquez Estrada

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